Dentro del mundo de los asiestradores, tenemos unas "reglas de oro" que debemos seguir para poder llegar a ser los mejores en nuestro trabajo. Éstas son:

1.  EMPEZAR DESPACIO. todo perro necesita un tiempo de acción-reacción para poder aprender y entender lo que le estamos pidiendo y enseñando. No podemos exigirle una velocidad desmesurada a la hora de realizar el ejercicio, porque todo tiene un proceso. A nsootros nos pasa lo mismo, cuando nos están enseñando a sumar, de primeras no nos pueden exigir que sumemos de forma inmediata y de cabeza, necesitamos un tiempo de asentamiento de conocimientos. Con los perros ocurre igual, el momento en el que podemos exigir al perro una respuesta veloz y animada, es cuando tiene el ejercicio bien aprendido, asentado y entendido, de esta forma el perro aumenta en su confianza y en la de su educador, su estado de ánimo aumenta y el ejercicio lo realiza mas deprisa.

2. SILENCIO. cuando nosotros tenemos que concentrarnos para estudiar, necesitamos silencio. Con los perros ocurre igual, lo que no podemos hacer es exigirle una orden y a la vez hablarle y decirle palabras extrañas para él, porque de esta forma, lo que va a ocurrir, es que el perro se concentrará en lo que le estas diciendo y no presta atención en lo que realmente tiene que hacer, que es la orden,

3. NO REPETIRSE. en el momento en el que repetimos una orden que el perro no ha cumplido, le demostramos que la primera orden no cuenta. Un jefe no se repite.

4. NO GRITAR. en el momento en el que nosotros gritamos al perro, le estamos demostrando que su comportamiento nos afecta de alguna forma y nos perderá el respeto. Si gritamos a un perro con un carácter fuerte, reaccionará como lo haría un niño gamberro, "por un oído le entra y por el otro le salae". Si gritamos a un dominante, le estamos dando pie para que haga lo mismo. si gritamos a un perro agresivo, le estamos retando a que directamente nos desafíe y nos ataque. La voz es una herramienta muy importante y muy poderosa, por lo que debemos guardarla para un momento de necesidad. Por ejemplo, si no hemos gritado a nuestro perro,y se nos escapa y va directa a la carretera, le daremos un grito y como no está acostumbrado a éste, actuará como un niño pequeño al grito de su padre enfadado, se bloqueará y reaccionará quedandose quieto sin saber que hacer. Si por el contrario estamos todo el dia gritandole, en el momento que realmente necesites usar esta herramienta tan poderosa, no surgirá ningún efecto sobre el perro,.

5. ACTITUD. la actitud ante un perro tiene que ser la suma de dulzura y firmeza. Nuestra actitud determinará si el perro debe o no respetarnos. Si nosotros vamos con miedo, lo que transmitimos al perro es que no nos deje llevar el control de la situación porque no estaremos a la altura, por lo que tomará el control él. El perro solo seguirá a un líder cuya actitud sea segura, confiada y serena,.

6. EL CASTIGO. cuando hablamos de castigar no estamos hablando, por descontado, de pegar o maltratar. Se habla de castigo a un toque de atención o un susto, donde el perro lo asociará como una experiencia "negativa" y lo asociará. Un castigo debe emplearse en el momento en el que el perro está pensando en hacerlo,no puede transcurrir un tiempo excesivo porque el perro no sabrá qué es lo que ha hecho mal. también tiene que ser de una intensidad adecuada.

7. LA CORRECCION. la correccion, a diferencia del castigo, es personal ya que es ejecutado por el educador. La forma mas extendida es redirigir la conducta del perro, consiste en ofrecer un estímulo mucho más interesante para el perro que el que ha motivado la conducta que está realizando.

8. LA RECOMPENSA. en el preciso instante en que termina el ejercicio, se le recompensa.